El derecho a la salud es un derecho humano. Las y los líderes mundiales se comprometieron a garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención médica, independientemente de su capacidad de pago, para el año 2030, un camino simplificado hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). Sin embargo, el reciente informe de estado de la CSU2030 muestra claramente que la implementación se ha retrasado con graves implicaciones para las enfermedades no transmisibles (ENT). La mitad de la población mundial aún no puede acceder a los servicios de salud esenciales para las ENT y los costos de la atención médica empujan a millones a la pobreza extrema cada año. La Comisión de The Lancet también revela una disparidad flagrante, tan grande como 20 años de vida saludable perdidos entre los mil millones más pobres que viven con ENT en comparación con los de los países de ingresos altos.
Estas desigualdades son particularmente llamativas para las ENT crónicas graves como la diabetes tipo 1. Aunque las tasas de supervivencia continúan mejorando para las personas diagnosticadas con diabetes tipo 1 en muchos países de altos ingresos, una gran proporción de las personas que viven con diabetes aún no han sido diagnosticadas y no pueden acceder a la insulina que les salvará la vida. Además, los datos de mapeo resaltan la falta de comprensión epidemiológica y de calidad de la atención que se brinda a nivel mundial. La carga de mortalidad por diabetes tipo 1 afecta de manera desproporcionada a los países de bajos y medianos ingresos y, en particular, a las y los niños y adolescentes. Desde esta perspectiva, la juventud deben participar en la configuración de la atención que les apoya y sus contribuciones deben considerarse clave para cerrar la brecha de atención y fortalecer los sistemas de salud para la prevención y el tratamiento de las ENT.
Cerrar la brecha en la atención de la diabetes
La esperanza de vida estimada de una niña o un niño recién diagnosticado con diabetes tipo 1 en el África subsahariana es inferior a un año. La falta de acceso a la insulina y los diagnósticos erróneos siguen siendo las causas más comunes. Se están realizando esfuerzos continuos en colaboración con financiadores bilaterales y filantrópicos para desarrollar políticas integrales que garanticen que la insulina y otros suministros para la diabetes se incluyan en los paquetes de la CSU, y eliminen o regulen los recargos dentro de la cadena de suministro. Sin embargo, las organizaciones no han logrado materializar un movimiento global que garantice que las voces de las personas que viven con diabetes, especialmente las personas jóvenes, se incluyan de manera significativa en la atención.
El liderazgo y la inclusión de la juventud en las políticas y los programas son fundamentales para promover la equidad en salud y proteger a las personas jóvenes que viven con ENT o corren el riesgo de padecerlas. Priorizar estas inversiones brinda una perspectiva centrada en la juventud y empodera a las y los jóvenes para crear soluciones a largo plazo para los desafíos actuales de las ENT. Las y los líderes juveniles, con el apoyo de NCD Child, están implementando proyectos de incidencia o relacionados con políticas que abordan de manera significativa la agenda de las ENT y reflejan las necesidades de las y los niños y sus familias a nivel mundial.
Jóvenes líderes del cambio
Las iniciativas de participación de la juventud, como la "Integración de las familias en el autocuidado y el control de la diabetes tipo 1 en las comunidades empobrecidas rurales y suburbanas de Ruanda", un proyecto financiado por NCD Child dirigido por Young Leaders, tiene como objetivo fortalecer la conciencia y mejorar la atención en una población marginada. En Ruanda, la insulina y los suministros están disponibles gratuitamente para niñas, niños y personas jóvenes que viven con diabetes a través de estas colaboraciones y asociaciones. Aún así, las brechas en la atención de la diabetes continúan haciéndola inaccesible y fragmentada para quienes más la necesitan. Los mayores obstáculos incluyen la falta de apoyo psicosocial entre los miembros de la familia, la poca comprensión de la administración de insulina, la inseguridad alimentaria y la falta de protección financiera.
La iniciativa también mantiene el entorno sociodemográfico entre las y los miembros de las familias al brindar protección financiera y apoyo social. Algunas actividades incluyen la donación de ganado para que las y los pacientes generen dinero y puedan enfrentar la inseguridad alimentaria.