La capacidad de vivir una vida larga y saludable es ahora una realidad para la mayoría de las personas que viven con VIH, pero este logro está bajo amenaza.

Para 2035, se proyecta que 71 % de los casi 40 millones de personas que viven con VIH en todo el mundo convivirán con una o más enfermedades no transmisibles (ENT), como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión y los trastornos de salud mental.

Los medicamentos revolucionarios y el acceso ampliado a exámenes y tratamientos en todo el mundo han transformado al VIH de ser una sentencia de muerte a ser una enfermedad crónica manejable. Las personas que viven con VIH ahora disfrutan de una esperanza de vida igual a la de quienes no tienen el virus.

La cruel ironía de ese éxito es que muchas personas que viven con VIH ahora enfrentan los mismos desafíos de ENT que los adultos mayores, pero con más riesgos.

  • Las personas que viven con VIH tienen el doble de probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares
  • Las mujeres con VIH tienen seis veces más riesgo de cáncer de cuello uterino
  • Una de cada tres personas con VIH vive con depresión
  • Hay un mayor riesgo de diabetes entre quienes viven con VIH

Los llamados de la sociedad civil y de las personas que viven con VIH para integrar los servicios de VIH y ENT fueron atendidos en 2021, cuando los Estados miembros de la ONU se comprometieron a garantizar que el 90 % de las personas que viven con VIH tengan acceso a atención de ENT y salud mental para 2025.

Pero en 2024, muchas personas que viven con VIH aún no pueden acceder a la atención de ENT que necesitan, especialmente en países de ingresos bajos y medios. Las barreras continúan, incluidas la falta de acceso a la atención, la falta de conciencia sobre ENT entre las y los profesionales de la salud, la disponibilidad de diagnósticos y tratamientos, los pagos de bolsillo y el estigma en las comunidades y en los centros de salud.

Las razones a favor de la integración de la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención de las ENT dentro de los servicios de VIH no pueden ser subestimadas. En comparación con la atención aislada, centrada en una sola enfermedad, la atención integrada y centrada en las personas que abarca una amplia gama de servicios puede:

  • Mejorar el acceso, la aceptabilidad y la asequibilidad de los servicios de salud.
  • Mejorar los resultados de salud tanto de ENT como de VIH para las personas que viven con VIH.
  • Ahorrar recursos tanto para pacientes como para los sistemas de salud, con mayores beneficios para las personas debido a la sincronización de visitas o a la atención ofrecida más cerca de sus hogares.
  • Ofrecer buenos retornos de inversión y mejores experiencias para las personas, a un costo relativamente bajo en comparación con los positivos resultados de salud que generan.

En 2025, la 4ª Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre ENT ofrece una oportunidad clave para alinear las prioridades mundiales de salud y desarrollo y acelerar la CSU centrada en las personas, que no deje a nadie atrás.

Las comunidades de VIH y ENT están llamando a los gobiernos a proteger la salud y la calidad de vida de las personas que viven con VIH, garantizando el acceso equitativo a servicios integrados y centrados en las personas para ENT a lo largo del continuo de la atención.

Hacemos un llamado a un compromiso al más alto nivel y estamos listos para construir sobre nuestros logros, experiencias multisectoriales y lideradas por la comunidad, y enfoques centrados en las personas, para abordar la inequidad en salud.

Firmado,

Alianza de ENT/NCD Alliance, STOPAIDS, GNP+, la Sociedad Internacional del SIDA, PATH, Frontline AIDS y la Alianza para la Salud Pública después del SIDA 2024