ESTE BLOG DEL INSTITUTO GEORGE PARA LA SALUD GLOBAL (TGI) ES PARTE DE NUESTRA SERIE SOBRE INVERSIÓN EN ENT, ESCRITA POR MIEMBROS.

Se ha descubierto que el gasto catastrófico en salud ocurre en más del 60% de las poblaciones de pacientes con enfermedades no transmisibles (ENT) en Asia, y según el innovador estudio ACCIÓN del Intituto George para la Salud Global sobre las mejoras en la atención del cáncer en el sudeste asiático, esta cifra puede ser mucho mayor. El estudio siguió a 9514 pacientes con cáncer en 47 lugares, en ocho países. Reveló que el 75% de estas personas había fallecido o sufrido una catástrofe financiera porque los costos médicos excedían el 30% de sus ingresos familiares anuales. Aún más devastador, el diagnóstico de un cáncer más avanzado conduce a que las y los pacientes tengan cinco veces más probabilidades de morir en 12 meses.

Estas muertes podrían haberse evitado mediante una inversión adecuada en atención primaria de salud (APS), atención del cáncer y detección del cáncer. Las personas que viven con o corren el riesgo de desarrollar una ENT requieren atención a largo plazo que sea proactiva, centrada en la persona paciente, integrada, basada en la comunidad y sostenible. Tanto la Declaración de Astana (2018) como la Declaración de Alma-Ata (1978) reconocen que centrarse en la APS es esencial para garantizar que todas las personas, en todas partes, puedan disfrutar del mejor nivel de salud posible. La APS también ofrece la mejor oportunidad para identificar a las personas de alto riesgo que podrían estar utilizando los servicios médicos para problemas de salud no relacionados, simplemente porque es el punto de entrada más fácil y usal al sistema de salud.

Lamentablemente, a pesar de los compromisos políticos mencionados anteriormente, la atención primaria de la salud, especialmente en los países de ingresos medianos y bajos (PIBM), sigue estando muy insuficientemente financiada, y los gobiernos gastan en promedio solo US $3 por persona por año. Por lo tanto, los gastos de bolsillo de las y los pacientes continúan siendo catastróficos, es decir, consumen más del 30% de los ingresos del hogar. Esto impide el progreso hacia la CSU, sirve como una barrera para el comportamiento de búsqueda de atención médica, retrasa el acceso y el inicio del tratamiento y, a menudo, conduce al incumplimiento o la interrupción prematura del tratamiento. 

 

UN LLAMADO MUNDIAL PARA UNA MAYOR INVERSION EN LA ATENCIÓN PRIMARIA

Por lo tanto, como se señaló en the Lancet, el desafío y el llamado a la acción son que: “Todos los países deben invertir más y mejor en la APS, rediseñando sus acuredos de financiamiento de la salud, movilizando fondos públicos mancomunados adicionales, desbloqueando nuevos flujos de recursos , asignando y protegiendo fondos suficientes y sostenibles para la APS, e incentivando a quienes proveen de los servicios de salud para que mantengan la salud de las poblaciones a las que atienden, de manera que coloquen a las personas en el centro y aborden las desigualdades en primer lugar”.

Las ENT son responsables de 41 millones de muertes al año, lo que representa el 74% de todas las muertes en todo el mundo. Se prevé que las muertes anuales por ENT aumenten a 52 millones para el 2030, lo que afectará más a los países de ingresos bajos y medianos, ya que allí las ENT causarán el 85% de las muertes prevenibles, entre las edades de 30 a 70 años.

Controlar las ENT y lograr la meta 3.4 de los ODS requerirá invertir en la prevención y la atención de las ENT. Pero es una inversión que vale la pena, con un retorno de la inversión de 19 a uno, como se demuestra en un artículo de 2022 publicado por The Lancet. El documento muestra evidencia sólida y datos procesables que podrían ayudar a moldear las intervenciones gubernamentales para proteger de manera efectiva a su ciudadanía de la toxicidad financiera asociada con el tratamiento y la atención de las ENT y permitir que sus sistemas de salud y economías se mantengan sólidos, receptivos y resilientes frente a las emergencias de salud y la inestabilidad económica.

Se podrían salvar 39 millones de vidas entre 2023 y 2030 si los ministerios de salud asignaran solo el 20% de sus presupuestos a las ENT de alta prioridad. El momento de la inacción ya pasó: debemos comenzar a invertir más en las ENT para proteger a las personas, los sistemas de salud, las economías y nuestros futuros compartidos.

 

UNA HISTORIA DE ÉXITO DESDE EL SUDÉSTE ASIÁTICO

La buena noticia es que algunos países han comenzado a cambiar esta tendencia de las ENT, aprovechando estratégicamente la evidencia que respalda la necesidad de inversión. Durante los últimos ocho años, el estudio ACCIÓN ha ayudado a mejorar las políticas y las prioridades de atención del cáncer en Asia.

Como ejemplo, en 2018, durante un debate en el Senado de Filipinas, el senador Sonny Angara, copatrocinador de la Ley Nacional Integrada de Control del Cáncer (NICCA), se basó en los hallazgos del estudio ACCIÓN para resaltar la urgencia de aprobar de inmediato el proyecto de ley. Este fue un factor clave que condujo a la aprobación rápida y exitosa de la NICCA, ese mismo año.

La NICCA es ampliamente vista como un primer paso importante en la transformación de la atención del cáncer en todos los niveles del sistema de salud filipino. Reconociendo que el cáncer es una de las principales causas de muerte en Filipinas, la NICCA prevé la incorporación de un enfoque integral e integral para el control y la atención del cáncer, que incluye el fortalecimiento de políticas, programas, sistemas, intervenciones y servicios integrados, multidisciplinarios y centrados en la persona paciente y su familia, en todos los niveles del sistema de prestación de atención de la salud existente.

La ley NICCA también tiene la intención de disminuir la toxicidad financiera asociada con el tratamiento y la atención del cáncer, reduciendo así la carga y la angustia emocional de las y los pacientes y sus familias. El objetivo es aumentar la supervivencia al cáncer mediante el aumento de las inversiones y la ampliación de los programas y servicios esenciales para una prevención sólida del cáncer, mejores exámenes de detección, diagnóstico rápido y preciso, tratamiento oportuno y óptimo, atención paliativa receptiva y manejo del dolor, atención de seguimiento para una supervivencia eficaz y el manejo y la rehabilitación de efectos tardíos. A través de la NICCA, se prevé una mejor atención, mejor salud y un futuro más brillante para las y los pacientes y sobrevivientes de cáncer.
 

Acerca de las autoras

Claudia Selin Batz (BSc MPH) es una profesional de salud pública emergente con 4 años de experiencia en comunicaciones, incidencia y políticas. Es asesora de políticas e incidencia para el instituto The George (TGI) para la salud global y trabaja en un programa de políticas, participación de las partes interesadas y liderazgo intelectual para aumentar el impacto de las investigaciones del instituto.

Carmen Auste es madre de un adolescente sobreviviente de cáncer cerebral y cofundadora de Cancer Warriors Foundation, Filipinas. Cancer Warriors es miembro fundador de Cancer Coalition Philippines, que encabezó la aprobación de la Ley NICCA. Es un miembro clave de la Alianza Filipinas Saludable (Healthy Philippines Alliance); miembro de la Alianza de ENT Mundial. Carmen es la representante en el país de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) y de la Internacional del Cáncer Infantil. Es miembro del Consejo Nacional Integrado del Cáncer de Filipinas y participa en varios consejos asesores de alto nivel y grupos de trabajo técnicos sobre diversos temas de salud y relacionados con la salud.