La región del Mediterráneo Oriental (EMR) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfrenta una escala de emergencias sin precedentes, con más de 76 millones de personas afectadas directa o indirectamente por conflictos políticos, amenazas ambientales y desastres naturales. Más de la mitad de los países están afectados por crisis políticas, la mayoría de las cuales son crónicas y prolongadas, como las de Palestina, Somalia, Afganistán, Yemen, Siria, Libia, Sudán e Irak.

Entre los numerosos desafíos de salud que surgen durante estas crisis, la gestión de las enfermedades no transmisibles (ENT), como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, el cáncer, las enfermedades renales y los trastornos respiratorios crónicos, representa una carga significativa. Uno de los principales retos en la gestión de las ENT en las crisis humanitarias es la interrupción de los servicios de salud. En Siria, por ejemplo, el conflicto en curso ha devastado la infraestructura sanitaria, dejando a millones de personas sin acceso a medicamentos esenciales y a consultas médicas regulares. La naturaleza crónica de las ENT requiere atención continua, la cual suele interrumpirse durante las crisis, lo que agrava los resultados de salud en las personas.

Otro desafío importante es la limitada capacidad de autocuidado y la falta de alfabetización en salud en las poblaciones afectadas. Muchas personas desconocen la importancia de la medicación regular, las necesidades dietéticas y el ejercicio, así como los riesgos asociados con el consumo de tabaco. Esta brecha en el conocimiento puede llevar a una mala gestión de la enfermedad y a un aumento de las complicaciones.

La reciente reunión técnica de alto nivel sobre ENT sobre crisis humanitarias, celebrada del 26 al 28 de febrero en Copenhague, Dinamarca, destacó la importancia de un liderazgo fuerte para priorizar la atención de las ENT en las respuestas humanitarias, particularmente en países con crisis prolongadas. La reunión pidió un enfoque multilateral que involucre a la comunidad y a las personas afectadas. Este reconocimiento es crucial para las personas que viven con ENT en la región, quienes enfrentan una atención y servicios de ENT inadecuados, además de dificultades importantes para obtener un diagnóstico, el tratamiento y la atención necesaria y a tiempo en los países afectados y en los países de acogida.

Cerrar la brecha del liderazgo en ENT

Las experiencias en la región EMR resaltan la necesidad urgente de invertir en formar al liderazgo local para la gestión eficaz de una crisis. Un liderazgo fuerte es esencial para coordinar los esfuerzos entre los diferentes actores, optimizar la asignación de recursos y asegurar que la atención de ENT esté integrada en las respuestas sanitarias de emergencia. Las y los líderes deben comprender la carga de las ENT en entornos de crisis y comprometerse a integrar la atención de ENT en las estrategias de salud de emergencia. Esto requiere no solo de conocimiento y experiencia, sino también la capacidad de movilizar recursos e inspirar la acción colectiva.

Ejemplos en la región:

En el Líbano, el Centro de Cáncer Infantil del Líbano continuó con su programa educativo, informando sobre los síntomas, los diagnósticos y la importancia de la detección temprana y la prevención de la infección por el VPH en escuelas, a profesionales, a las y los líderes comunitarios, tomadores de decisiones y otras partes interesadas. Además, contribuye al objetivo global de reducir la mortalidad infantil evitable al cubrir el tratamiento de 500 niños y niñas con cáncer en el Líbano al año, con una política de cero tolerancia frente a cualquier tipo de discriminación.

Un caso excelente de construcción de capacidad de liderazgo local es el Plan nacional del cáncer del Líbano de julio de 2023. Esta respuesta estratégica aborda la crisis de salud en curso en el Líbano, exacerbada por la inestabilidad política, los desafíos económicos y las secuelas de la explosión en Beirut de 2020. Busca fortalecer el sistema de salud del país, particularmente la atención oncológica, mejorando el liderazgo local y fomentando la colaboración entre las diversas partes interesadas, incluyendo agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y socios internacionales.

La participación comunitaria incluye a líderes locales

El plan enfatiza la necesidad de un liderazgo fuerte para coordinar esfuerzos, optimizar la asignación de recursos y garantizar que las y los pacientes con cáncer reciban atención a tiempo y adecuada a pesar de las circunstancias difíciles. También subraya la importancia de la participación comunitaria y del rol de las y los líderes locales en la movilización de recursos, la demanda por cambios, la implementación de políticas y leyes, y el apoyo a las personas afectadas.

La Fundación del Rey Hussein contra el cáncer (King Hussein Cancer Foundation, KHCF) trata al 70% de pacientes con cáncer en Jordania y a miles de pacientes de la región anualmente, con un enfoque en refugiados y personas desplazadas. KHCF cierra la brecha en la atención del cáncer al garantizar un acceso continuo a tratamientos de calidad para el cáncer, independientemente de la situación política en la región. A través de una intensa recaudación de fondos, en particular con el programa Goodwill Funds, KHCF asegura el acceso equitativo a tratamiento oncológico de calidad. Desde 2003, los fondos Goodwill han apoyado a 29,898 pacientes con los costos completos del tratamiento, incluyendo transporte, alojamiento y cupones de alimentos, especialmente a personas refugiadas y desplazadas de Yemen, Irak, Gaza, Siria y otras áreas.

Trabajando con otras organizaciones oncológicas en la región, KHCF ha protegido los derechos de las personas pacientes con cáncer a recibir atención, incluso en el Líbano, proporcionando ayuda humanitaria con medicamentos urgentes, lo que garantiza un tratamiento ininterrumpido.

Dada la situación económica actual en Jordania y las prioridades competitivas por recursos limitados, KHCF ha introducido una solución innovadora y socialmente sostenible de cobertura para el cáncer a través del programa de seguro de atención del cáncer. Este programa, que incluye un pago de prima, tiene como objetivo cerrar las brechas de cobertura y se basa en los principios de solidaridad y justicia como requisitos previos en nuestro camino hacia la cobertura de la atención del cáncer y la cobertura sanitaria universal (CSU). Hoy, se incide para que la iniciativa sea adoptada como un programa nacional de seguro contra el cáncer en Jordania.

La coordinación es clave

En Siria, el conflicto prolongado ha interrumpido el sistema de salud de manera importante. El liderazgo de las ONG locales, en coordinación con las autoridades sanitarias locales y la OMS para garantizar la entrega de medicamentos esenciales y suministros médicos a las áreas más afectadas, ha ayudado a asegurar una atención regular y sostenible para las personas que viven con ENT. Las iniciativas de participación comunitaria han creado conciencia sobre las ENT y han alentado a las personas a buscar atención a pesar de las circunstancias desafiantes. La coordinación efectiva entre varias agencias humanitarias y actores ha sido clave para optimizar los recursos en la gestión de ENT.

La participación comunitaria es un componente vital de una respuesta efectiva ante crisis y emergencias. Dada la limitada capacidad de autocuidado y la falta de alfabetización en salud entre las personas afectadas por crisis humanitarias en la mayoría de los países de ingresos bajos y medios de la región, junto con la naturaleza crónica de enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, que requieren atención a largo plazo, es esencial que las personas comprendan sus condiciones y tratamientos. Esto incluye la necesidad de medicación diaria, dietas especiales y ejercicio, evitar factores de riesgo como el consumo de tabaco, y la identificación a tiempo de complicaciones. Las ONG locales están bien posicionadas para involucrar a las y los pacientes y comunidades, proporcionando formación y concienciación en salud.

En Yemen, que ha estado experimentando una de las peores crisis humanitarias del mundo debido a un conflicto prolongado, las agencias humanitarias, en asociación con ONG locales, han estado trabajando para empoderar a las poblaciones locales a asumir un rol activo en su salud y bienestar. Este enfoque construye confianza entre los proveedores de salud y las comunidades, y refuerza la resiliencia general de los sistemas de salud. Estas iniciativas incluyeron la capacitación de personas voluntarias de salud comunitaria para brindar servicios esenciales, como campañas de vacunación y atención médica básica. Esta fuerza de voluntarios desempeña un papel vital en la educación de las comunidades sobre cuestiones de salud, en la promoción de medidas preventivas, y garantizando que los servicios de salud sean culturalmente apropiados y accesibles.

En Jordania, la KHCF combate las ENT a través decomunicaciones para el cambio de hábitos sociales y la movilización comunitaria. Estableció el programa Jordan X Cancer, involucrando a toda la comunidad (jóvenes, pacientes, voluntarios, escuelas y universidades, así como a los sectores público y privado) en la promoción de estilos de vida saludables, luchando contra los factores de riesgo modificables para las ENT y fomentando el bienestar.