La genética y los factores de riesgo, como el tabaquismo y las dietas no saludables, son causas clave de las enfermedades cardiovasculares. En 2021, cuatro de cada cinco muertes por enfermedades cardiovasculares fueron en países de ingresos bajos y medianos (PIBM). Y una vez enfermas, las familias de las comunidades más vulnerables enfrentan gastos de bolsillo exorbitantes, lo que genera un círculo vicioso de salud comprometida y dificultades económicas.

La Cobertura Sanitaria Universal (CSU) allana el camino para evitar que las enfermedades cardiovasculares cobren vidas prematuramente y para brindar a las sociedades de todo el mundo la oportunidad de prosperar. Hacer que la atención para la prevención primaria y el tratamiento secundario sea asequible evita la pérdida prematura de vidas; por ejemplo, por hipertensión, que causó 10,8 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en todo el mundo en 2021, y que es un factor de riesgo común pero manejable de enfermedades cardiovasculares.

ENFRENTAR A LA PRINCIPAL ASESINA MUNDIAL

¿Cómo se desarrolla la ECV en todo el mundo? Eso fue lo que se propuso mapear el Informe Mundial del Corazón 2023. El revelador informe es el primer análisis en profundidad de los datos de mortalidad y riesgo de ECV en todo el mundo, que ayuda a los países a comprender sus factores de riesgo particulares para que puedan tomar medidas para salvar vidas y ahorrar cientos de miles de millones de dólares.

Los hallazgos enfatizan el dicho “el dinero habla”: la correlación entre la inversión en atención médica como porcentaje del producto interno bruto (PIB) y las tasas de mortalidad más bajas es muy clara. Las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares son más altas en los países donde la gente paga más de su bolsillo por la atención sanitaria. De acuerdo con las recomendaciones de la OMS, los países deben invertir al menos el 5% de su PIB para ayudar a reducir las tasas de mortalidad y morbilidad por enfermedades cardiovasculares. Los paquetes de Cobertura Sanitaria Universal (CSU) que incluyen atención primaria y secundaria ayudan a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, la mortalidad prematura y los costos que esta situación conlleva.

CSU: LA CLAVE DE LA ATENCIÓN

Las y los líderes mundiales se han comprometido a garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención médica a través de la Cobertura Sanitaria Universal para el año 2030. Cuando los jefes de Estado se reúnan en Nueva York ahora en septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas, tendrán la oportunidad de cumplir esa promesa.

El camino hacia la cobertura sanitaria universal incluye peticiones que tienen sentido: ampliar la cobertura de los servicios de salud esenciales, priorizar la prevención y cubrir el tratamiento secundario en paquetes de beneficios de salud a los que todas las personas puedan acceder a ellos. Por ejemplo, la detección temprana de factores de riesgo que incluyen la hipertensión, los lípidos como el colesterol y los triglicéridos y la glucosa se encuentran entre los pasos más sencillos para evitar complicaciones posteriores. Las intervenciones de salud digital y el apoyo a nivel farmacológico y en clínicas locales son una norma en muchas partes del mundo. Entre las medidas que ayudan a evitar millones de muertes se encuentra aumentar las inversión en el personal sanitario y en infraestructura sanitaria, así como añadir 77,000 centros de atención primaria de salud en los países de ingresos bajos y medianos.

Desde la pandemia, las personas están cada vez más concientes y preocupadas por su salud y la de sus seres queridos. La demanda de servicios de salud asequibles que aprovechen las herramientas y los conocimientos más recientes está creciendo. Recursos como el paquete PEN de la OMS y el paquete técnico HEARTS ofrecen módulos sobre atención y gestión en la atención primaria de salud. La comunidad médica también se está movilizando para brindar una mejor atención al corazón de todas las personas: ¿se unirán aquellas personas que determinan las políticas y asignan los fondos?

Imagen
Daniel José Piñiero portrait

Daniel José Piñeiro

Daniel José Piñeiro, presidente de la Federación Mundial del Corazón (WHF), es profesor de Medicina en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Sus diversos aportes al campo de la cardiología fueron en su servicio como Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Sociedad Interamericana de Cardiología y como fideicomiso del Patronato del Colegio Americano de Cardiología.